¿El
estrés o la preocupación son indeseables? (Metáfora del arco y la flecha, o metáfora
del arquero)
Los
ejecutivos tienen todos los días preocupaciones
porque deben encontrar soluciones a problemas que requieren respuestas oportunas
y precisas para mantener la organización
en marcha, para el cumplimiento de objetivos o para salir de situaciones indeseable.
Cuando
los problemas se acumulan, son más
intensos y significativos, las preocupaciones puede devenir en estrés, el que
según la intensidad puede o no enfrentarse con éxito sin perder de vista la actividad
ejecutiva. En cualquier caso, el ejecutivo debe tener las respuestas, debe mantener
la calma, usar los recursos disponibles y dirigir la organización..
Para
las situaciones de preocupación o stress
dentro de un rango razonable,
existen soluciones que se generan en la acción ejecutiva y que se perderían si
se produce parálisis o inacción. El Uso
de los mejores recursos personales o competencias profesionales, empleo de los demás recursos humanos,
materiales, financieros, en formas que pueden ser hasta inéditas, novedosas y que
demuestran la capacidad de percibir el problema desde diferentes ángulos, superando
las restricciones u obstáculos que imponen los problemas o los medios
disponibles.
Mientras
las preocupaciones o estrés se encuentren en un rango razonable como mecanismos
de presión sicológica, no impiden o reducen la capacidad del ejecutivo para actuar apropiadamente; la organización es
el sujeto y objeto de la acción ejecutiva.
Cuando
se supera este nivel razonable, es
posible que se pierda el control y la
necesidad de una solución para la organización sea desplazada por la necesidad de una solución para un problema
personal; es la persona el sujeto y objeto de la acción ejecutiva, por lo que
la organización puede quedar a la deriva. Esta es la situación que debe
evitarse o cuando llega, el ejecutivo debe estar preparado para encontrar soluciones
rápidas.
Existe
el riesgo de que ante
preocupaciones intensas sostenidas o
nivel de estrés elevados, el ejecutivo se sienta bloqueado, sin capacidad de
percibir el problema en su justa
magnitud, desde varios ángulos, sin posibilidad de romper cl circulo vicioso
que se puede generar, sin posibilidad de ver más allá de sí mismo y sin la claridad o lucidez
para encontrar potencial de solución en
otros recursos. ¿Por qué se puede llegar
esta situación? ¿Cómo se puede afrontar con éxito las presiones que se asocian
a las preocupaciones o el estrés?
En
primer lugar no es válido negar la existencia de preocupaciones ni eludir la responsabilidad de buscar soluciones a los problemas. El estrés es también parte
de la vida del ejecutivo, más aun cuando el entorno es competitivo, por lo que
no puede ignorarlo ni renunciar al esfuerzo
personal que implica afrontarlo. Existe el desafío de buscar soluciones creativas
audaces y hasta peligrosas, pero alguna acción debe existir para que el problema se resuelva.
Por
otra parte, tanto la capacidad de superar la presiones personales y sicológicas
que implican las preocupaciones o el estrés, como la capacidad para encontrar o
adecuar las soluciones y en casos
excepcionales, hasta abandonar paradigmas organizacionales, se basan en la
preparación continua e integral del ejecutivo.
La preparación incluye la actualización
académica permanente, el aprendizaje organizacional por medio de las
lecciones que se derivan de los éxitos y errores, en la observación y
evaluación continua del entorno , en el
ejercicio y desarrollo de habilidades personales, como la capacidad para lograr sinergia entre los equipos de trabajo o
aprovechar el talento de sus
colaboradores o subalternos.
Ahora
presentamos la figura del arquero. Cualquiera
sea el objetivo para el que esté
preparado el arquero, la participación en una acción bélica, la cacería para su subsistencia o en una
competencia deportiva como sucede en la actualidad, el arquero tiene un
conjunto de instrumentos combinados en la forma apropiada, con materiales y
calidad óptimas, y en el aspecto personal se apoya en el entrenamiento continuo y la convicción de
poder ganar, y acertar al objetivo
incluso en circunstancias adversas.
La
figura del arquero se asemeja a la del ejecutivo: Ambos apuntan a su objetivo,
ambos tienen instrumentos o medios para lograrlo, ambos deben compartir un estado mental, el de la victoria y ambos
deben entrenarse continuamente, aprendiendo de los fracasos y reforzando el
potencial competitivo por las experiencias victoriosas.
En
el siguiente cuadro se muestran los factores básicos que contribuyen a la
solución exitosa de los problemas que generan las preocupaciones o el estrés;
se señala lo que corresponden al
arquero y a su equivalente organizacional,
el ejecutivo.
Criterio
|
Arquero
|
Ejecutivo
|
Capacitación
|
Práctica continua , éxitos y errores, seguridad personal (asistencia a
competencias, campeonatos)
|
Práctica continua , éxitos y errores, seguridad personal (Actualización
académica, lecturas, nuevas teorías seminarios, eventos empresariales)
|
Conocimiento del entorno
|
Eventos o hechos favorables o desfavorables
, respuestas rápidas (conocimiento de vientos en contra, formas de respuesta,
conocimiento de sus recursos)
|
Eventos o hechos favorables o desfavorables
, respuestas rápidas (conocimiento de entorno interno y externo, competidores,
mercados, consumidores, recursos internos, humanos, financieros conocimiento
de sus recursos)
|
Actitud
|
Confianza, voluntad competitiva,
resiliencia (superar fracasos),
|
Confianza, voluntad competitiva,
resiliencia (superar fracasos), liderazgo
|
Objetivo
|
Bien definido, único (el blanco o diana,
ganar el campeonato)
|
Bien definido (el segmento de mercado, ser primeros
frente a competidores)
|
Fuente: Elaboración propia (C.Rivas R./Agosto,
2014)
Guillermo Tell, un famoso arquero suizo no corrió el
riesgo de matar a su hijo solo por desesperación o en un bravata
insostenible; estaba preparado, consciente
de su poder personal, consciente de la calidad y rendimiento de su arcos
y flechas, confiado en lograr su
objetivo, porque se tenía fe respaldada en una destreza a lograda en años de
continua práctica. Un ejecutivo que
enfrenta un problema y propone una
solución debe estar en la misma situación; preocupado pero confiado en sus
recursos o competencias personales, confiado en la calidad y pertinencia de los
recursos organizaciones, confiado en que
conoce bien su objetivo.
La preocupación o el estrés no deben ser motivos para dejar
de actuar aunque también es recomendable, actuar como el arquero
experto. Cuando se enfrenta a la necesidad real, tiene el arco y las lechas
listas con el máximo de tensión corporal
y a concentración absoluta en el
objetivo, despliega todo el poder, pericia y visión para disparar. Luego viene
la calma, la distensión, el abandono,
hasta el próximo evento. No hay tensión permanente aunque si una señal de alerta, un reconocimiento permanente del entono, ajustes en el objetivo
o mecanismos para lograrlo y por supuesto, la disposición para actuar con
oportunidad y certeza.
En
la gráfica siguiente se puede apreciar que la
intensidad del estrés o las preocupaciones determinan le grado de
dificultad o complejidad de las tareas o
problemas que pueden ser abordados y resueltos. A mayor intensidad de estés, se
espera mayor capacidad competitiva y por ende , mayor complejidad y alcance de
los problemas que pueden ser resueltos. Por otra parte, la intensidad creciente
o sostenida eventualmente encuentra un límite crítico que no puede ser
superado, salvo que se pague un alto costo (incluso la salud o la vida del
ejecutivo).
Existe
por otra parte la posibilidad de mantenerse lejos del nivel crítico o elevarlo
a un nivel más alto, incrementando incluso la capacidad de tolerar mayor nivel
de preocupaciones o estrés. La
capacitación, la adquisición de nuevas y mejores competencias profesionales, la
mayor habilidad para combinar los recursos disponibles en la
organización, el liderazgo genuino, permiten afrontar problemas más críticos
sin que se sobrease las capacidades personales, sin que haya riesgo de paralización o
inacción. Como si el arquero tuviera a su alcance un equipo , arco y flechas
diseñadas para mayores distancias, mejor resistencia al viento o eventos
atmosféricos desfavorables, y con mayores posibilidades de acierto. Por supuesto,
el arqueo está preparado, técnica y mentalmente, y dispuesto a usar el nuevo equipo. En la
gráfica esta nueva situación se explica con el paso de la curva C1
a C2,
En
un reciente artículo referente al impacto del estrés, Bradberry (2014) hace
importante sugerencias sobre la necesidad de mantener el estrés bajo control
para lograr mejores decisiones, evitando que sobrepasa la capacidad y el nivel
en el que las decisiones son óptimas, evitando la autocomplacencia y la falsa seguridad
cuando todo aparentemente está bajo control, de manera que por descuido se
pierde la capacidad de respuesta inmediata.
Referencias
Travis
Bradberry (2014, August 05) How succcessful people stay calm