La metáfora de la nave espacial ¿Ejecutivos
generalistas o especializados?
Actualmente existe un debate en las escuela
de negocios acerca de la necesidad de formar a los futuros ejecutivos o líderes
como generalistas (formación en todas las áreas de la organización) o
especialistas (fuerte predominio de un área)
Entre las profesiones existen diferencias
marcadas aunque también algunos puntos en común que facilitan la comunicación
pero que no son suficientes para permitir la sustitución de uno por otro. Un
ingeniero industrial conoce asuntos de economía, un economista, algunos
aspectos de la empresa, pero uno no pude sustituir plenamente al otro. En la organización,
los trabajadores realizan de manera eficiente tareas para las que están capacitados
por la experiencia y la educación específica, es posible una sustitución entre ellos
con relativo éxito, en función de la complejidad de tareas y funciones.
La organización se dirige hacia un destino,
debe lograr lo que se propone en las declaraciones básicas (la misión y visión)
y para ellos es necesaria la actuación coordinada de todos los integrantes. ¿Y quién
se encarga de definir, conducir la organización, coordinar las acciones,
negociar con el personal? Existen jefes, que pueden lograr resultados en el corto
plazo, pero si la organización, por esencia, tiene duración indefinida, alguien
más, con mayor o mejores atributos, con mayor potencial, tendrá la capacidad de
lograr esto. Es el líder, que debe tener
el conocimiento general, que le
permita entender, dialogar, planear, negociar con los le personal todo a la vez
. Y además, debe tener la capacidad de ver más lejos que todos.
Es sabido que un líder debe tener la visión
integral, por ello necesita tener conocimientos completos y consolidados en
todas las áreas. Cada propuesta suya debe tener el enfoque holístico.
La aparente
complejidad del conocimiento actual generó la exigencia de una
especialización para no dispersar esfuerzos, pero limitó la calidad y amplitud
de actuación. Lo que fue bueno para la fábrica de autos Ford modelo T
(especialización extrema) no es bueno en el área de las decisiones críticas en
la organización. Aunque la especialización
es adecuada para algunos, no lo es
para el que dirige una organización. La visión y la misión son
integrales, no la acumulación de visiones parciales.
Por ello, creamos una metáfora, la organización
como nave espacial. En la organización,
todo el personal tiene una función, una
responsabilidad, deben trabajar según plan que puede ser percibido parcialmente
o totalmente según su rol y posición, y deben
entender que la tarea que realizan aunque
parezca trivial es parte de su proceso
integral.
En una nave espacial, cada componente está
integrado y relacionado con los demás de manera que si falla uno, la nave no
avanza o se expone a fallas graves; cada
pieza compleja o tan simple como un tornillo contribuyen para que la nave sea
un mecanismo funcional, seguro, confiable, donde cada actividad programada se ejecute
totalmente. Y todo existe para un propósito, por ejemplo, llegar a un mundo, un
satélite o cerca de la tierra, a la estación espacial.
Por otras parte, salvo que se trate de
robots, la nave en la que viajan humanos que realizan tareas específicas, está dirigida por una persona,
un líder que debe entender, coordinar y aprovechar las competencias,
habilidades, condiciones mentales de sus compañeros. Debe estar más allá de ellos
porque tiene la responsabilidad suprema de conducir la nave a su destino, de resolver problemas previstas
o imprevistos que afectan a la nave, el
viaje o interfieren con la conducta y desempeño de sus compañeros. Si hay
necesidad de ajustes en algún mecanismo, no será necesariamente él quien se encargue
de hacerlo, pero sabrá quién lo puede hacer, sabrá ordenar o sugerir y dar indicaciones
cuando sean necesarias, sabrá cómo
mantener la calma , será como un catalizador del desempeño de sus compañeros.
En la organización, el líder es como el
capitán de la nave que debe saber todo lo concerniente a la estructura, funcionamiento, fortalezas y debilidades de la
empresa. El personal que trabaja en las distintas áreas puede ser especialista
y se espera un desempeño eficiente en su área, él líder no puede ni debe actuar como tal, no debe limitarse a ello; ni
debe asumir el rol de águila y actuar como paloma; de otra manera puede
conducir esta nave a un destino no
deseado o paralizar la marcha cuando haya
un problema serio. El líder sabe que cada uno es una pieza que tiene su lugar,
cumple una función y debe ser capaz de identificar las posibles fallas (alguien
que no cumple su parte) para efectuar las correcciones, debe ser capaz de
detectar posibles error en la
organización o desviaciones del curso
(problemas en el desempeño
organizacional).
No es fácil
estar atento al desempeño de la nave, entender los procesos y
conexiones, anticiparse a las fallas y
proteger soluciones disponibles a la vez que se mantiene la atención en
el viaje y el destino, para hacer las correcciones precias; por esto el
comandante de una nave no es un piloto o astronauta común, es el gran astronautas, el líder. En la
organización, no es fácil tener en cuenta los detalles de la organización, los
procesos organizacionales, las personas,
los conflictos entre ellos, a la vez que se mantiene la atención en el propósito (visión,
misión); así como tener las respuestas y planes de contingencia para los
problemas . Por ello, quien dirige eficazmente una organización, no es solo el jefe,
es el líder, el ejecutivo excepcional , con conocimiento, autoridad, prestigio,
carisma. El jefe puede ser alguien que cuando existe un riesgo , abandona la nave
y observa de lejos como ésta se hunde o estrella; el líder no lo hace y sobre
todo, actúa de tal manera que anticipa o evita los problemas que hacen que la nave
se hunda o estrella. El líder llega a su destino por convicción, preparación,
trabajo consciente, por saber controlar su nave, conocer su destino y lo hace con su nave y
tripulación; el jefe puede llegar por suerte, y a veces no le interesa alcanzar
el destino organizacional, solo lograr sus intereses personales.
El líder,
comandante de la nave es generalista, debe conocer todo; el tripulante encargado del área de combustibles
debe conocer profundamente este campo, aunque si por su cuenta adquiere las
capacidades generales, es bueno porque eventualmente podría apoyar o reemplazar
al líder. Así como existe un plan B para las actividades de la organización, es bueno suponer que debe
existir un líder B (no el que espera ansioso el momento de desplazar a líder
actual, sino el que está listo para ocupar su lugar cuándo esté ausente o
necesite alguien de su nivel ).